lunes, 9 de abril de 2012

…Para contaros cómo me ha ido la Semana Santa de 2012


Os digo desde ya que ha sido un pelotazo, pero además desde el minuto uno. Lo que pasa es que ya sabéis lo que me gusta a mi escribir cuando me da el venate y, sinceramente, me apetece dejar plasmado por escrito este cumulo de emociones y sensaciones que me ha producido la Semana Santa de este año.

Han pasado muchas cosas, muchísimas! Desde lo de hacer Interalmeria hasta que le dediquen a mi padre una levantá y dos crespones negros o que, incluso, yo me lleve una levantá de mis hermanos de Prendi y las felicitaciones de muchísimos de vosotros. Tengo un subidón todavía que no os podéis hacer una idea…

Voy por partes…

Lo de Interalmeria es algo que nunca podré agradecerle tanto como se lo merece a José Ramón Suarez, bloguero de “Lo cofrade”, entre otros, y a quien la Señora de la Merced decidió un día cruzar en mi camino para fundir una amistad muy particular (porque ambos somos “pa echarnos de comer aparte) de las que duran para toda la vida. Gracias Mon!

Hacer tele y prensa escrita ha sido un auténtico regalazo!!

Por un lado en la tele he podido charlar de semana santa y transmitir emociones conforme me iban surgiendo. Y hacerlo, además, dentro de unas directrices que se podrían definir como “del gusto cofrade” que, afortunadamente, conozco y comparto. Y he compartido experiencias, momentos, datos, anécdotas, vivencias,… Y he descubierto que, con la tontería, yo ya no llevo una mochililla de recuerdos sino que ando cargado con maletas y que son ya muchos años los que llevo intoxicado con el bendito venenillo cofrade.

¡Soy un viejales de la Semana Santa!

¿Cuántos van ya? Pues van, casualmente, veinticinco años y veintiséis Semanas Santas… ¡¡El antifaz de oro!!... Y, de ellos, quince años (dieciséis semanas santas) relacionado con el mundo de la prensa. ¡Joder! Aquella Galería de nazarenos de La voz… Y, este año además, diez con Ideal.

Para Pepe!! Que te pierdes del tema!!

A lo que iba… Que he hecho tele como quería hacerla y, al parecer, ha gustado y que, además, he tenido la oportunidad de escribir como me apetecía en el periódico y, al parecer, también ha gustado. Vuelvo a ser un tío afortunado. ¿Quién se puede permitir el lujo de “violar” las leyes periodísticas y hacer prensa como le da la gana, que su manera de hacerlo guste al espectador, al lector y al lector y espectador cofrade, que el hecho de hacerlo le ponga las pilas anímicamente y que, encima, le paguen por ello? A ver… que tengo que empezar a contar a ver a cuánta gente tengo que darle las gracias de todo corazón…

Ah! Otra cosa! Y que sepáis que el ánimo que muchos de vosotros me transmitisteis por adelantado al conocer la noticia de que iba a hacer la tele, me sirvió para ser prudente y responsable en lugar de para emborracharme de euforia. Ese es otro detalle del que he sido consciente y que me vuelve a demostrar que estoy empezando a hacer las cosas como deben hacerse. Así que, de nuevo, muchísimas gracias a todos por ayudarme a ir madurando, creo que formamos un buen equipo.

Y la gente que me ha felicitado a posteriori… Os lo agradezco tanto como a los demás y, a todos, os digo que estoy convencido de que no he hecho nada que no fuerais capaces de hacer vosotros si tuvierais la misma oportunidad. Ni siquiera ahora me emborracho de euforia porque sé que lo que he hecho no me hace diferente a los demás, ni tampoco me hace olvidar que también cometo errores.

Y eso no es todo…

Quienes habéis seguido la programación habréis escuchado las dos levantas que han llevado mi nombre. Pues que sepáis que son las dos primeras levantás de mi vida y que me han calado mucho más hondamente de lo que podáis suponer.

Emilio Salvador le dedicó la levantá a su amigo Pepe Leyva y a su padre que, en esos momentos, ya estaría con la Señora (del Primer Dolor) viendo Semana Santa desde el cielo. Pues sí… La primera Semana Santa que mi padre ve desde el balcón celeste en lugar de hacerlo desde las púrpuras tribunas. Y, casualmente, quien este año ha estado en la tribuna durante toda la Semana Santa he sido yo… ocupando el lugar que él ha dejado.

Luego mi Juan Andrés me levantó el misterio del Prendimiento tras llamarme “espectador de lujo” y caí en la cuenta de que, seguramente, mi padre se había encargado de orquestar toda la maniobra para que yo fuera ese espectador de lujo que, encima, estaba haciendo lo que más le gustaba del mundo.

Y, ahora, llega mi reflexión…

A mi padre le encantaba presumir de mí, se hinchaba de orgullo de lo bien que escribía “su Pepillo” y de lo bien que lo hacía por la tele (tanto que, como dato anécdotico para que entendáis lo que os digo, no solo guardaba los recortes de prensa sino que, además, le hacía fotos a la tele cuando yo salía). Bueno pues… Parece ser que, ahora, desde ahí arriba, tiene la posibilidad de mover más hilitos y de llegar a más gente para seguir presumiendo de mí.

Si a eso le sumamos que, además, en memoria de mi padre este año han lucido crespón negro las Vírgenes del Primer Dolor (del Amor) y la de Los Dolores (del Entierro), que son las Vírgenes con las que mi madre desfilaba en procesión todos los años desde que Rocío nos tocó con su magia, pues entonces no cabe duda de que esto es cosa de los dos y de que, efectivamente, los ángeles de la guarda existen.

¿Y qué mejor momento de probar la existencia de la corte celestial y, por tanto, la propia existencia de Dios que en Semana Santa? Por eso soy creyente, porque las cosas buenas que hacemos nos las dicta el cielo y es el propio cielo quien, por medio de señales, nos recompensa con el modo de poder seguir haciendo cosas buenas.

Por eso en Semana Santa siempre soy feliz y por eso, la de este año, ha sido la más feliz de mi vida.